Nubes de verano

jueves, 15 de noviembre de 2007
El cielo,
con la llegada del estío,
amaneció cubierto de sólidas nubes.
Tu luz
se perdió al otro lado,
y yo me perdí en la oscura
desesperación.
Eran nubes de verano
que dejaron lluvias sobre el campo,
y lágrimas en mi rostro.
Finalmente, el verano se perdió
en el sumidero del tiempo,
y con él, las nubes de tu ausencia.
Ahora el sol,
aunque tímidamente,
se pasea a veces por el cielo.
No irradia calor,
es sólo un sol de invierno.
Pero eso es lo único
que cabe esperar
en estas gélidas solitarias latitudes.

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