Reductores de cabezas, Carlos Vitale

domingo, 7 de agosto de 2011
El sacerdote casado, René Magritte


REDUCTORES DE CABEZAS

En una tienda de gorras y sombreros de Barcelona dominaban el arte de reducir cabezas de manera acelerada e indolora. Si a un cliente le resultaba chica una gorra, por ejemplo, el vendedor le rogaba que aguardase un momento, que iría al fondo a ponerla en una horma (inexistente) que la estiraría hasta la medida adecuada. Cuando el vendedor regresaba, el cliente volvía a ajustarse la gorra, se admiraba en el espejo y se iba, orgulloso de su adquisición.


Carlos Vitale, Descortesía del suicida, Candaya, Barcelona, 2008, página 48.

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