[La sombra de un sueño], William Shakespeare

miércoles, 29 de agosto de 2012
Los restos de la sombra, René Magritte


   HAMLET.- Dinamarca es una cárcel.
   ROSENCRANTZ.- En tal caso, también lo será el mundo.
   HAMLET.- Sí, una soberbia cárcel, en la que hay muchas celdas, calabozos y mazmorras, y Dinamarca es una de las peores.
   ROSENCRANTZ.- No somos de esa opinión, señor.
   HAMLET.- Pues entonces no será para vosotros. Porque nada hay bueno ni malo si el pensamiento no lo hace tal. Para mí es una cárcel.
   ROSENCRANTZ.- Pues entonces será que vuestra ambición os la presenta como una cárcel. Es demasiado reducida para vuestro espíritu.
   HAMLET.- ¡Dios mío! Podría estar yo encerrado en una cáscara de nuez, y me tendría por rey del espacio infinito, si no fuera por los malos sueños que tengo.
   GUILDENSTERN.- Sueños que, en realidad, no son más que ambición, puesto que el objeto mismo del ambicioso es puramente la sombra de un sueño.
   HAMLET.- Un sueño no es en sí más que una sombra.



William Shakespeare, Hamlet, Alianza, Madrid, 2001, pp. 85-87.

1 comentarios:

Alter Ego dijo...

Qué puedo decir de eso? QUe es cierto, que a veces uno siente que la vida misma es una cárcel de la que sería mejor escapar.