[Entender], William Saroyan

martes, 2 de julio de 2013
Silencio, Kasia Derwinska


    —No quiero cena. Nos gusta salir a comprar algo y luego sentarnos a comérnoslo juntos. No te molestes en preparar cena. —Hizo una pausa—. Este trabajo es lo mejor que me ha pasado nunca, pero hace que la escuela parezca una tontería.
    —Por supuesto —dijo la señora Macauley—. La escuela solamente sirve para evitar que los niños estén en la calle, pero tarde o temprano tienen que salir al mundo real, les guste o no. Es natural que a los padres y a las madres les dé miedo que sus hijos salgan al mundo, pero no hay de qué tener miedo. El mundo está lleno de criaturas asustadas, se asustan entre ellas. Intenta entender —continuó—. Intenta amar a todo el mundo que te encuentres. Yo estaré esperándote en este salón todas las noches. Pero no hace falta que entres y hables conmigo a menos que necesites hacerlo. Yo lo entenderé. Sé que habrá veces en que el corazón será incapaz de darle a tu lengua una sola palabra que pronunciar. —Se detuvo y miró al chico. —Estás cansado, ahora tienes que irte a dormir —dijo la señora Macauley.
    —Muy bien —dijo el chico, y se fue a su habitación.


William Saroyan, La comedia humana, Acantilado, Barcelona, 2004, p. 30.

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