[Heridas], Haruki Murakami

domingo, 12 de enero de 2014
La carta escondida, Kay Sage


   [...] el dolor se vuelve crónico. Engullido por la vida diaria, uno deja de saber cuáles son las heridas. Pero están ahí. Así son las heridas: no se pueden coger y mostrar; las únicas que se pueden mostrar son las heridas menores.


Haruki Murakami, Baila, baila, baila, Tusquets, Barcelona, 2012, p. 72.

1 comentarios:

Auroratris dijo...

Exhibimos los arañazos como heridas de guerra, pero las profundas nos la callamos y las lloramos en soledad.
Besos.