[Apuntalar...], Roberto Juarroz

lunes, 30 de junio de 2014
 Vestido de noche, René Magritte


Apuntalar la construcción de la mirada
con vigas de ceguera,
para que no se venga abajo
como una figura histérica en el viento
cuando lo visible se convierta naturalmente en invisible.

Ya que si sólo ponemos otras manos detrás de las manos,
otros pies debajo de los pies,
otra sombra a la vuelta de la sombra,
podemos encontrar el tacto del revés,
el camino del revés,
la forma del revés
al que estamos irremediablemente destinados.

Porque lo invisible no es la negación de lo visible,
sino tan sólo su inversión y su meta.
La sombra de una flor también perfuma.
Un recuerdo abre y cierra los párpados.
El amor es la contraseña del tiempo.

El revés es la zona
donde se encuentra todo lo perdido.


Roberto Juarroz, Poesía vertical, Cátedra, Madrid, 2012.
   

[Descartes en el siglo XXI...], Roger Wolfe

domingo, 29 de junio de 2014


   Descartes en el siglo XXI: "Salgo en los medios, luego existo".


Roger Wolfe, Siéntate y escribe, Huacanamo, Barcelona, 2011, p. 89.
   

[Poco y nada], Jorge Riechmann

sábado, 28 de junio de 2014
El milagro del invierno, Pierre Pellegrini


   Los seres humanos: racionalidad imperfecta, voluntad débil, capacidades limitadas... Pero nunca deberíamos perder de vista la trascendental distinción entre poco y nada.
   Un ejemplo de Isaiah Berlin: «[...] Creo que estamos confinados por la naturaleza de las cosas. El arco de elección no es muy grande. Digamos que el uno por ciento. Pero ese uno por ciento puede ser decisivo.»
   Ese decisivo uno por ciento... Es todo un mundo, lo que va del poco a la nada.


Jorge Riechmann, El siglo de la gran prueba, Baile del Sol, Tegueste, 2013, pp. 81-82.
  

[La cortina ondula...], Diego Vasallo

viernes, 27 de junio de 2014
Cielo rojo sobre una playa, William Turner

La cortina ondula
suavemente
con la brisa de una noche
de verano.
Mis pensamientos
se deshacen en el rastro
del avión
que nos pasa por encima.
Cuántas horas de vuelo
en estos años veloces,
cuántas costuras
en el brusco transcurrir
de los días,
cuánta derrota
en esta luz agonizante
del cielo.


Diego Vasallo, Canciones que no fueron, Huacanamo, Barcelona, 2011, p. 85.
          

[Un nuevo dolor...], Carlos Skliar

martes, 24 de junio de 2014
 Magnetismo y llave, Berenice Abbott


   Un nuevo dolor se agolpa sobre una larga secuencia de dolores anteriores. Un llanto verdadero nunca reconoce si las lágrimas son por esto, aquello, o por todo —la hormiga que aplastamos una vez, la mentira maldita, la muerte que es de uno y de todos, el sol que ya no veremos—. Todo desgarro es la última expresión de unas bestias aciagas que no hemos liberado antes.


Carlos Skliar, Hablar con desconocidos, Candaya, Barcelona, 2014, p. 90.
  

[Vivimos arrodillados...], Sergio García Clemente

domingo, 22 de junio de 2014
Vértigo, Léon Spilliaert

   Vivimos arrodillados porque nos da vértigo ponernos de pie.


Sergio García Clemente, Dar que pensar, Cuadernos del Vigía, Granada, 2014.
     

[La memoria], Michi Panero

sábado, 21 de junio de 2014
El pasado, Mikalojus Čiurlionis


   Siempre se mitifica el pasado, […] te inventas que has sido muy feliz pero no hay tal… a lo mejor fuiste feliz un ratito, pero la felicidad me temo que no es una constante. Bonito... el recuerdo no es nada bonito. Pero, claro, visto en perspectiva lo que te queda es una foto en la que estás más guapo o crees estar más guapo, eres mucho más joven, crees que todo era mucho más divertido, que se te habían muerto muchísimos menos amigos, etc, etc. Te quiero decir que me parece muy legítimo, todo el mundo tenemos derecho a defendernos de alguna forma de la vida, mejor dicho, de los recuerdos. […] La vida es mucho más lineal, de entrada mucho más sórdida, y que uno se olvida siempre de la última parte de cada noche, o de cada borrachera y se acabó. […] La memoria te recuerda, permanentemente, que te estas muriendo, día a día.


Michi Panero, en Después de tantos años (Ricardo Franco, 1994).

            

[La persona justa], Sándor Márai

martes, 17 de junio de 2014
Entre la oscuridad y la luz,  Marc Chagall


   Y de golpe comprendí que la persona justa no existe. Ni en el cielo ni en la tierra, ni en ningún otro lugar. Simplemente hay personas, y en cada una hay una pizca de la persona justa, pero ninguna tiene todo lo que esperamos y deseamos. Ninguna reúne todos los requisitos, no existe esa figura única, particular, maravillosa e insustituible que nos hará felices. Sólo hay personas. Y en cada una hay siempre un poco de todo, es a la vez escoria y un rayo de luz...
   [...] es cierto que no existe la persona justa y que las ilusiones se desvanecen, pero yo lo amo, y eso es distinto.


Sándor Márai, La mujer justa, Salamandra, Barcelona, 2012, pp. 130-131.
  

El túnel, Antonio Fernández Molina

sábado, 14 de junio de 2014
Recibidor Hitchcock, Aslak Vibæk & Peter Døssing

EL TÚNEL

   Calculó que ya era de día. Incluso creía ver la luz que se colaba por las rendijas y abrió la ventana. Pero tras la ventana había otra, y tras ella otra, y otra, otra, otra… que abría continuamente, a rastras por el túnel que formaban los huecos.


Antonio Fernández Molina, Dentro de un embudo, Lumen, Barcelona, 1973, p. 67.
     

[La coacción icónica], Byung-Chul Han

miércoles, 11 de junio de 2014


   La operación belleza persigue el fin de maximizar el valor de exposición. Los modelos actuales no transmiten ningún valor interior, sino tan solo medidas exteriores, a las que se intenta corresponder incluso con el uso de medios violentos. El imperativo de exposición conduce a una absolutización de lo visible y lo exterior. Lo invisible no existe, porque no engendra ningún valor de exposición, ninguna atención.
   [...] La absolutización del valor de exposición se manifiesta como tiranía de la visibilidad. Lo problemático no es el aumento de imágenes, sino la coacción icónica de convertirse en imagen. El imperativo de la transparencia hace sospechoso todo lo que no se somete a la visibilidad. En esto consiste su violencia.


Byung-Chul Han, La sociedad de la transparencia, Herder, Barcelona, p. 31.
 

[Lloverte y recordarte]

lunes, 9 de junio de 2014
Sin título, Mark Rothko
[...]

pues sé que lo atraviesa para siempre
lo sé como se sabe la verdad más profunda
que se engarza al oxígeno
y acaricia el final de la piel y los pulmones
es la misma verdad
que viaja en estas notas
tan quebradas a veces disonantes
jugando a camaleones
en la cadencia negra de la lluvia
que cae cae y no
se cansa este metal desafinado

el ruido ya me pinta
de su color la sangre
el color de que tú no estés conmigo
creando este horizonte
que se guarda callado
la ruta que me lleve hasta tu cuerpo
y que arrojó en la niebla
partido y sin retorno
el punto inalcanzable
en donde dejarías de dolerme

no existe ese lugar
como tampoco podría medirse
en herzios el sonido
que me arrastre a olvidarte
apenas queda en mí lo que te sueño
tu piel hecha de música y de mimbre
y tú debajo tan dentro tan siempre
maltrecho en mis palabras
hasta que un día la voz se me rompa

y tú estarás colmando ese silencio

cuando ya sólo sepa
lloverte y recordarte


Lied de lluvia para una piel ausente, Alhulia, Salobreña, 2014, pp. 57-61.
    

[Lo cierto], Benjamín Prado

domingo, 8 de junio de 2014
El río azul, Kent Shiraishi



   No quiero estar en lo cierto si no es contigo.



Benjamín Prado, Doble fondo, Hiperión, Madrid, 2014.
     

[Lo presente], Carlos Skliar

viernes, 6 de junio de 2014


   Cómo será de presente lo presente, que aún sin percibirlo nos tiembla en medio del lenguaje.


Carlos Skliar, Hablar con desconocidos, Candaya, Barcelona, 2014, p. 86.
    

Tempus fugit, Eloy Mon

miércoles, 4 de junio de 2014
Cinco icebergs (Mar Wedell, Antártica), David Burdeny

TEMPUS FUGIT

   Encima de un enorme iceberg a la deriva por el Atlántico Norte, un señor de Cuenca, funcionario de correos, y un pingüino discutían por el precio de un sello. El debate era agrio, visceral, a cara de perro, y quizás hubiera durado días, meses, años.
   Pero el iceberg no.

Eloy Mon
   

[Irse], Blanca Riestra

lunes, 2 de junio de 2014
Mise en abyme, Nadège Dauvergne


   El problema siempre es que irse resulta muy difícil. Uno no tiene nunca adónde ir, porque los espacios son como cajas desmontables, caben una dentro de la otra y se guardan en un armario. Pero eso ella no lo entendería hasta mucho después. Por ahora seguía pensando que escapar era posible. Y lo intentó.
   

Blanca Riestra, Pregúntale al bosque, Pre-Textos, Valencia, 2013, p. 103.