[Dejamos que se fueran cayendo...], Jorge Riechmann

lunes, 5 de enero de 2015

Dejamos que se fueran cayendo
las casas de los padres
abandonamos los huertos

Ruinas de adobe aragonés
en los campos vacíos
ruinas de piedra castellana
en el páramo limpio
ruinas de sal y sueño. Perdimos
la dignidad de los pobres
sin ganar el aplomo de los ricos

Pensando que ascendíamos
nos dejamos caer
más abajo reabajo requeteabajo

Asfaltamos hasta las grietas del alma
pensando que llegábamos a alguna parte

Nos creíamos modernos desarrollados libres:
no éramos nada más que nuevos ricos
envilecidos un poco más cada día

La libertad sigue siendo proyecto
y echamos
tanto de menos la fuerza de soñar


Jorge Riechmann, Historias del señor W., La Baragaña, Madrid, 2014, p. 35.
 

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