[Rumbo], Ryszard Kapuściński

lunes, 5 de agosto de 2013
Ir hacia ninguna parte, Kasia Derwinska


   Son muy pocas las veces en que somos dueños del rumbo de nuestra vida y de las decisiones que tomamos respeto a nosotros mismos. Y es que nos guían no sólo las órdenes y disposiciones de otros. Nos basta con sus presiones, sugerencias, opiniones, deseos... A menudo resulta suficiente el estado de ánimo de otra persona para que se derrumbe nuestra seguridad y cambien nuestros planes. Y a pesar de que esa sumisión ante las voces, a veces, tan sólo las miradas de otros, parece dar fe de nuestra debilidad, a menudo se trata de algo muy positivo. Puede salvarnos de dar un salto al vacío.


Ryszard Kapuściński, Lapidarium IV, Anagrama, Barcelona, 2003.

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