[En el silencio no se sabe], Samuel Beckett

viernes, 22 de agosto de 2014
El devanado del silencio, Leonor Fini


   [...] es demasiado tarde, quizá sea demasiado tarde, quizá ya está hecho, ¿cómo saberlo?, no lo sabré nunca, en el silencio no se sabe, quizá sea la puerta, quizá me halle ante la puerta, lo que me sorprendería, quizá sea yo, fui yo, en algún lugar fui yo, puedo partir, durante todo este tiempo viajé, sin saberlo, soy yo ante la puerta, ¿qué puerta?, ya no es otro, ¿qué viene a hacer aquí una puerta?, son las últimas palabras, las verdaderamente últimas, o son los murmullos, van a ser los murmullos, conozco eso, incluso no, se habla de murmullos, de gritos lejanos, hasta donde se puede hablar, se habla antes, se habla después, son mentiras, será el silencio, pero que no perdura, donde se escucha, donde se espera, a que se rompa, a que la voz lo rompa, quizá sea el único, no sé, no vale nada, es cuanto sé, no soy yo, es cuanto sé, no es el mío, es el único que haya tenido, no es cierto, debí de tener el otro, el que dura, pero no duró, no comprendo, lo que quiere decir que, si dura siempre, yo estoy siempre ahí, me abandoné ahí, espero, no, no se espera ahí, no se escucha, no sé, se trata de un sueño, quizá sea un sueño, lo que me sorprendería, voy a despertarme, en el silencio, no dormirme más, seré yo, o seguir soñando, soñar un silencio, un silencio de sueño, lleno de murmullos, no sé, son palabras, no despertarme nunca, son palabras, es lo único que hay, es menester seguir, es cuanto sé, ellos van a detenerse, conozco eso, los noto que me sueltan, será el silencio, un breve instante, un buen momento, o será el mío, el que dura, que no duró, que dura siempre, seré yo, es menester seguir, no puedo seguir, es menester seguir, voy pues a seguir, hay que decir palabras, mientras las haya, hay que decirlas, hasta que me encuentren, hasta que me digan, extraño castigo, extraña falta, hay que seguir, acaso esto se haya hecho ya, quizá me dijeron ya, quizá me llevaron hasta el umbral de mi historia, ante la puerta que da a mi historia, esto me sorprendería, si da, seré yo, será el silencio, allí donde estoy, no sé, no lo sabré nunca, en el silencio no se sabe, hay que seguir, voy a seguir.


Samuel Beckett, El innombrable, Alianza, Madrid, 2010, pp. 221-222.
   

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