[no queda más que ruido]

sábado, 20 de junio de 2015

[...]

pero hay certezas que nunca se apagan
van ardiendo sin sogas
en el cuello de un cisne que susurra el recuerdo
tan sólo ahí se terminan tus labios
como en mí irá lloviéndome esa muerte
que no duda en cuartear cualquier paraguas
no sé por qué en mis párpados surge ya una gotera
si te sigo sintiendo
amándote a través de los pasajes
que nos ha dibujado en la piel esta nube
acordes incrustados
que no pueden romperse
la melodía de ti hecha caricia
como una pluma labrada en el agua
aunque tu voz ya se esté sumergiendo
en un acorde escrito
sobre la tierna calma que me irradian tu ojos

ya no ya es irradiaban
el eco del eco último se parte
y ahora es todo de repente un ya no

te marchas te estás borrando y te marchas
la lluvia escupe trozos de violencia

no queda más que ruido

y me despierto



Lied de lluvia para una piel ausente, Alhulia, Salobreña, 2014, pp.42-25.
  

0 comentarios: