[Durante el tiempo suficiente], Lars Jonsson

sábado, 29 de febrero de 2020
Gorriones, Sr. y Sra., Annick Ruyault


Cuanto más se observa un ave, más interrogantes surgen. Björn von Rosen [...] anotó que para ver lo invisible, uno debe aprender a apreciar de forma correcta lo que sí es perceptible al ojo humano. Si uno se permite contemplar las cosas cotidianas durante el tiempo suficiente, se dará cuenta a continuación de que lo ordinario y lo sencillo a nuestro alrededor se convierte en algo único.


Lars Jonsson, Aves que veo en invierno, Errata Naturae, Madrid, 2019. Traducción de Elda García-Posada.

[Hoy no deseo ser vosotras...], Eduardo Fraile

domingo, 23 de febrero de 2020
Golondrinas volviendo a los nidos, Takashi Muramatsu


Hoy no deseo ser vosotras, pero si existe un cielo
más allá de este cielo, donde estén los que amamos
y donde todo sea
mejor,
quiero que vengáis allí conmigo,
que lleguéis como ahora, como si no os hubierais ido
nunca, como si hubierais de quedaros para siempre...


Eduardo Fraile, Balada de las golondrinas, Pre-Textos, Valencia, 2009.

[Porque la vida va callándose], Marcel Proust

lunes, 17 de febrero de 2020


Hace mucho tiempo también que mi padre ya no puede decir a mamá: «Vete con el niño». Para mí nunca volverán a ser posibles horas semejantes. Pero desde hace poco otra vez empiezo a percibir, si escucho atentamente, los sollozos de aquella noche, los sollozos que tuve valor para contener en presencia de mi padre, y que estallaron cuando me vi a solas con mamá. En realidad, esos sollozos no cesaron nunca; y porque la vida va callándose cada vez más en torno mío, es por lo que los vuelvo a oír, como esas campanillas de los conventos tan bien veladas durante el día por el rumor de la ciudad, que parece que se pararon, pero que tornan a tañer en el silencio de la noche.


Marcel Proust, En busca del tiempo perdido (1. Por el camino de Swann), Alianza, Madrid, 1998. Traducción de Pedro Salinas.

Prioridades, Jorge Riechmann

sábado, 15 de febrero de 2020
Takeshi Shikama

Dejar de entregarse
al futuro, no ceder fácilmente
a la pornografía de la anticipación

No dejar de atender al sufrimiento

Atender
sobre todo
al canto
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Jorge Riechmann, Grafitis para neandertales, Eolas, León, 2019.‍‍ ‍‍

La evolución de las especies, Eduardo Fraile

jueves, 13 de febrero de 2020
Gorriones junto a la orquídea, Qi Baishi

LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES

Los dinosaurios, que dominaron la Tierra
en el Pleistoceno, son hoy humildes pajarillos: ved-
los ahí: esos saltitos del gorrión, del jilguero,
los delatan, su plumaje, su canto
hecho de chispitas de sonido y del luz. La adaptación
al medio ha trocado su forma radical-
mente. ¿Se reconocerían hoy
aves y lagartos? Fueron siglos, milenios,
de soñarse más ligeros, más gráciles,
más libres
de sí, de su poder, de su masa,
de su terrenalidad. Y al fin lo consiguieron.
Aquella aspiración
insensata se alcanzó generaciones y generaciones
después, de tal manera
que ninguno de los miembros de la especie fue consciente
del cambio, de la transformación
(de la metamorfosis), y al cabo de que aquello
que pasó (que fue pasando de manera lentísima)
constituía el logro, la conquista,
la coronación del afán de sus antepasados.
Nosotros fuimos peces una vez,
‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍fuimos
olas que echaron a andar y no volvieron,
‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ángeles
que pusieron pie a tierra,
‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍hombres
que se soñaron inmortales, Dioses que quisieron morir...


Eduardo Fraile Valles, In memoriam, Tansonville, Valladolid, 2014.
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Hace cuánto que no, Eduardo Fraile

martes, 11 de febrero de 2020
Hao Boyi

HACE CUÁNTO QUE NO

Hace cuánto que no
caes interminablemente en el abismo
de la belleza, hace cuánto que no corres
tras una imagen entrevista a lo lejos
entre la multitud, hace cuánto
que no sigues su rastro como un perro
de caza (con la lengua
fuera) o como un halcón altísimo:
aire, luz, pensamiento. Hace cuánto que no echas
un pulso con la vida, una partida de ajedrez
con la muerte. Que no
tomas rehenes, haces prisioneras
a las que entregarás el corazón. Hace cuánto
que no acaricias hasta doler, que no besas con sangre,
que no comercias con cuerpos hechos de palabras...
Hace cuánto que no vences
al Tiempo, y que no eres vencido
por una mirada terrenal. Hace cuánto que no cobras
en carne (en verbo), que no pagas en oro
puro los cantos de sirena que te ofrecen la Fama
y la inmortalidad. Hace cuánto que no
has nacido de nuevo, que no has muerto otra vez.
Hace cuánto
que te has ido, que no has vuelto. Hace cuánto
que no...

Eduardo Fraile Valles, Y de mí sé decir, Tansonville, Valladolid, 2011.

[Construir estanterías], Eduardo Fraile

miércoles, 5 de febrero de 2020
Estantería de libros con escritos de música, Giuseppe Maria Crespi


La eternidad es una biblioteca y Borges el bibliotecario. El tiempo es el polvo que no hay. Allí, todos los libros que nos ha sido imaginar nos esperan: los que se han escrito antes, los que se escribirán después y los que no se van a escribir nunca. Las páginas que pasan son los ángeles. Dios, que por algo se empeñó -erre que erre- en hacerse carpintero (con lo lejos que hubiese llegado de estudiar una carrera), se dedica a construir estanterías.


Eduardo Fraile Valles, Con la posible excepción de mí mismo, Tansonville, Valladolid, 2001.

[No hay casualidades...], Ernesto Sabato

domingo, 2 de febrero de 2020
Luna de agua, María José Castaño


No hay casualidades sino destinos. No se encuentra sino lo que se busca, y se busca lo que en cierto modo está escondido en lo más profundo y oscuro de nuestro corazón.


Ernesto Sabato, Sobre héroes y tumbas, Austral, Barcelona, 2003.

[Un ángel], Eduardo Fraile

sábado, 1 de febrero de 2020
Marc Chagall

... y de mi cuerpo a tu cuerpo
pasa un ángel...

Eduardo Fraile Valles, Con la posible excepción de mí mismo, Tansonville, Valladolid, 2001.