[Nada más multitudinario], Vladimir Nabokov

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Multitudes, Alekos Kontopoulos


«Ineptitud» y «multitud» siempre han sido sinónimos, y nada más multitudinario que una cabeza vacía.


Vladimir Nabokov, Ada o el ardor, Anagrama, Barcelona, . Traducción de David Molinet.


[Nuestros anhelos van enredándose...], Marcel Proust

domingo, 22 de noviembre de 2020

André Kertész 


Nuestros anhelos van enredándose unos con otros, y en esta confusión de la vida es muy raro que una felicidad venga a posarse justamente encima del deseo que la llamaba.

Marcel Proust, En busca del tiempo perdido. A la sombra de las muchachas en flor, Alianza, Madrid, 1998.

 

Lamium, Louise Glück

miércoles, 4 de noviembre de 2020


Lamium purpureum, Maarten Appel 

LAMIUM

Así se vive cuando tienes un corazón helado.
Como yo: entre sombras, arrastrándose sobre la roca fría,
bajo las copas inmensas de los arces.

El sol apenas me alcanza.
A veces, al comenzar la primavera, lo veo elevarse a lo lejos.
Luego crecen las hojas sobre él, hasta cubrirlo todo.

Siento su brillo entre las hojas, vacilante,
como quien golpea un vaso con una cuchara de metal.

No todos necesitan de la luz
en igual medida. Algunos
creamos nuestra propia luz: una hoja plateada
como un sendero que nadie puede recorrer, un lago de plata
poco profundo bajo la oscuridad de los arces.

Pero esto ya lo sabes.
Tú y aquellos que piensan
que viven por la verdad, y en consecuencia,
aman todo lo que es frío.


Louise Glück, El iris salvaje, Pre-Textos, Valencia, 2006. Traducción de Eduardo Chirinos.

[Porque son finitas], Carlos Skliar

sábado, 18 de julio de 2020
Nairy Shahinian


Decir, despidiéndose, separándose, haciendo distancia, que ciertas cosas valen la pena, que valen y que dan pena porque se acaban, porque son finitas, contingentes, que valen y que dan pena no solo por la experiencia individual, particular, privada, sino por la experiencia común, por la experiencia infinita de lo humano.


Carlos Skliar, La inútil lectura, Mármara, Madrid, 2019.

Nombrar una llaga, Ángelo Néstore

domingo, 31 de mayo de 2020
Sin título [cuerpo que arrastra sangre], Kiki Smith 

nombrar una llaga

Debe de existir un lugar donde poder inventar una lengua
que no hable siempre en masculino,
que no defina,
que no explique,
una lengua que me abstraiga,
que me haga dudar.
Como aquella vez cuando acerqué mi corazón
a tu vagina de hombre
y me enseñaste la herida que hay en el lenguaje
y cortaste un retal de la sábana
para detener la hemorragia,
para limpiar dulcemente la sangre
y convencerme de que, aunque duela, hay que hacerla visible.


Ángelo Néstore, Hágase mi voluntad, Pre-Textos, 2020.

Niños que juegan, Eduardo Fraile

viernes, 27 de marzo de 2020
Niños en el jardínPierre Bonnard

NIÑOS QUE JUEGAN

cada noche, la noche
vencida, exhausta bajo el peso de un ángel
de seda y de silencio
‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍   (han cesado
ya los espasmos últimos de la clarividencia)
‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍      ‍‍cede
y se abandona, olvídase un instante
—un abismo sin fondo, un universo—
de sí
para que, como niños
‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍   que juegan
‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍      hoy podamos seguir inventando la vida


‍‍‍‍ ‍‍
Eduardo Fraile Valles, Con la posible excepción de mí mismo, Tansonville, Valladolid, 2001. ‍‍

Dialéctica de los cuerpos, José Gutiérrez Román

lunes, 23 de marzo de 2020
Dumitru Brodetsky

DIALÉCTICA DE LOS CUERPOS

Como si yo fuera una pregunta
y tu cuerpo albergase la respuesta,
en ti estoy contenido
y en ti me acierto.
Has sucedido para que se cumplan
las leyes de lo insólito,
para no sucumbir entre las ruinas
del tiempo y el espacio.

Me invade ahora la certeza
de tu respiración,
la urgencia del latido
que traspasa los días y, al rozarte,
se convierte en palabra.
Como si yo tan sólo fuese
la pregunta, y tu cuerpo la respuesta
que vuelve para interrogarme:
un soplo más de tiempo, ese pasillo
que se abre entre dos cuartos en penumbra,
donde la luz aprende a desnudarse
y un instante nos basta
para justificar toda una vida.


José Gutiérrez Román, Material de contrabando, Difácil, Valladolid, 2020.

[Para que se cuenten], Belén Gopegui

domingo, 8 de marzo de 2020
Mujer leyendo una cartaJohannes Vermeer


Hay cientos de miles de vidas de mujeres que no sólo merecen ser contadas, sino por las que hemos de luchar para que se cuenten, porque ganarle la pelea a las estructuras depende también de las historias que tengamos. A ver, no es que sería bonito o interesante que se contaran, es que las necesitamos para entender lo que nos está pasando. Sabemos bien que no todo en ellas fue perfecto. Hubo errores, muchos causados por esa vida pública que se entromete en el clima personal, y otros por la obcecada y casi infinita capacidad humana de equivocarnos. Sea como sea, queremos conocer.


Belén Gopegui, Ella pisó la Luna. Ellas pisaron la Luna, Literatura Random House, Barcelona, 2019.

Aunque hubiera tenido que comer pan solo, Eduardo Fraile

miércoles, 4 de marzo de 2020
Sobre la ciudad, Marc Chagall


AUNQUE HUBIERA TENIDO QUE COMER PAN SOLO

Madre,
me acuerdo de una vez, no sé cuándo, tú ya eras
muy mayor, el sol nimbaba
tu rostro puro, finísimo, de sonrisa esplendente,
sin una arruga. Hablabas de mi padre,
que había muerto años atrás: tortolica sin socio,
sola en el aire cenital del mediodía.
La vida
iba llegando a su fin, y recordabas los años
de privaciones y escasez, tenacidad y esperanza:
«Tu padre
tardó mucho en colocarse cuando volvimos de Madrid...»
Y me contabas los trabajos y los días
de un Hércules civil al que nunca abandonó la fe
en el futuro. Porque el futuro éramos
nosotros. Es decir, yo. Lo escribo ahora,
2 de enero del año 2008, con temblor
y deslumbramiento, en el centro geométrico de un charco
de soledad purísima.
Te veo,
te vuelvo a ver mirándome, porque me parecía a él
(a quien él era entonces), tomándome la mano
entre tus manos de ríos azules que se iban
yendo tras el recuerdo: Madre,
hoy que no queda nadie de nosotros (yo menos
que ninguno) tus palabras florecen,
bellísimas, en el silencio definitivo de un poema
de amor que tú escribiste con tu vida
(yo le habría seguido
aunque hubiera tenido que comer pan solo)
hasta el final.
‍‍

Eduardo Fraile Valles, Retrato de la soledad, Difácil, Valladolid, 2013.

[Durante el tiempo suficiente], Lars Jonsson

sábado, 29 de febrero de 2020
Gorriones, Sr. y Sra., Annick Ruyault


Cuanto más se observa un ave, más interrogantes surgen. Björn von Rosen [...] anotó que para ver lo invisible, uno debe aprender a apreciar de forma correcta lo que sí es perceptible al ojo humano. Si uno se permite contemplar las cosas cotidianas durante el tiempo suficiente, se dará cuenta a continuación de que lo ordinario y lo sencillo a nuestro alrededor se convierte en algo único.


Lars Jonsson, Aves que veo en invierno, Errata Naturae, Madrid, 2019. Traducción de Elda García-Posada.

[Hoy no deseo ser vosotras...], Eduardo Fraile

domingo, 23 de febrero de 2020
Golondrinas volviendo a los nidos, Takashi Muramatsu


Hoy no deseo ser vosotras, pero si existe un cielo
más allá de este cielo, donde estén los que amamos
y donde todo sea
mejor,
quiero que vengáis allí conmigo,
que lleguéis como ahora, como si no os hubierais ido
nunca, como si hubierais de quedaros para siempre...


Eduardo Fraile, Balada de las golondrinas, Pre-Textos, Valencia, 2009.

[Porque la vida va callándose], Marcel Proust

lunes, 17 de febrero de 2020


Hace mucho tiempo también que mi padre ya no puede decir a mamá: «Vete con el niño». Para mí nunca volverán a ser posibles horas semejantes. Pero desde hace poco otra vez empiezo a percibir, si escucho atentamente, los sollozos de aquella noche, los sollozos que tuve valor para contener en presencia de mi padre, y que estallaron cuando me vi a solas con mamá. En realidad, esos sollozos no cesaron nunca; y porque la vida va callándose cada vez más en torno mío, es por lo que los vuelvo a oír, como esas campanillas de los conventos tan bien veladas durante el día por el rumor de la ciudad, que parece que se pararon, pero que tornan a tañer en el silencio de la noche.


Marcel Proust, En busca del tiempo perdido (1. Por el camino de Swann), Alianza, Madrid, 1998. Traducción de Pedro Salinas.

Prioridades, Jorge Riechmann

sábado, 15 de febrero de 2020
Takeshi Shikama

Dejar de entregarse
al futuro, no ceder fácilmente
a la pornografía de la anticipación

No dejar de atender al sufrimiento

Atender
sobre todo
al canto
‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍ ‍‍(prioridades)

‍‍ ‍‍
Jorge Riechmann, Grafitis para neandertales, Eolas, León, 2019.‍‍ ‍‍

La evolución de las especies, Eduardo Fraile

jueves, 13 de febrero de 2020
Gorriones junto a la orquídea, Qi Baishi

LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES

Los dinosaurios, que dominaron la Tierra
en el Pleistoceno, son hoy humildes pajarillos: ved-
los ahí: esos saltitos del gorrión, del jilguero,
los delatan, su plumaje, su canto
hecho de chispitas de sonido y del luz. La adaptación
al medio ha trocado su forma radical-
mente. ¿Se reconocerían hoy
aves y lagartos? Fueron siglos, milenios,
de soñarse más ligeros, más gráciles,
más libres
de sí, de su poder, de su masa,
de su terrenalidad. Y al fin lo consiguieron.
Aquella aspiración
insensata se alcanzó generaciones y generaciones
después, de tal manera
que ninguno de los miembros de la especie fue consciente
del cambio, de la transformación
(de la metamorfosis), y al cabo de que aquello
que pasó (que fue pasando de manera lentísima)
constituía el logro, la conquista,
la coronación del afán de sus antepasados.
Nosotros fuimos peces una vez,
‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍fuimos
olas que echaron a andar y no volvieron,
‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍ángeles
que pusieron pie a tierra,
‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍‍‍ ‍‍hombres
que se soñaron inmortales, Dioses que quisieron morir...


Eduardo Fraile Valles, In memoriam, Tansonville, Valladolid, 2014.
‍‍

Hace cuánto que no, Eduardo Fraile

martes, 11 de febrero de 2020
Hao Boyi

HACE CUÁNTO QUE NO

Hace cuánto que no
caes interminablemente en el abismo
de la belleza, hace cuánto que no corres
tras una imagen entrevista a lo lejos
entre la multitud, hace cuánto
que no sigues su rastro como un perro
de caza (con la lengua
fuera) o como un halcón altísimo:
aire, luz, pensamiento. Hace cuánto que no echas
un pulso con la vida, una partida de ajedrez
con la muerte. Que no
tomas rehenes, haces prisioneras
a las que entregarás el corazón. Hace cuánto
que no acaricias hasta doler, que no besas con sangre,
que no comercias con cuerpos hechos de palabras...
Hace cuánto que no vences
al Tiempo, y que no eres vencido
por una mirada terrenal. Hace cuánto que no cobras
en carne (en verbo), que no pagas en oro
puro los cantos de sirena que te ofrecen la Fama
y la inmortalidad. Hace cuánto que no
has nacido de nuevo, que no has muerto otra vez.
Hace cuánto
que te has ido, que no has vuelto. Hace cuánto
que no...

Eduardo Fraile Valles, Y de mí sé decir, Tansonville, Valladolid, 2011.

[Construir estanterías], Eduardo Fraile

miércoles, 5 de febrero de 2020
Estantería de libros con escritos de música, Giuseppe Maria Crespi


La eternidad es una biblioteca y Borges el bibliotecario. El tiempo es el polvo que no hay. Allí, todos los libros que nos ha sido imaginar nos esperan: los que se han escrito antes, los que se escribirán después y los que no se van a escribir nunca. Las páginas que pasan son los ángeles. Dios, que por algo se empeñó -erre que erre- en hacerse carpintero (con lo lejos que hubiese llegado de estudiar una carrera), se dedica a construir estanterías.


Eduardo Fraile Valles, Con la posible excepción de mí mismo, Tansonville, Valladolid, 2001.

[No hay casualidades...], Ernesto Sabato

domingo, 2 de febrero de 2020
Luna de agua, María José Castaño


No hay casualidades sino destinos. No se encuentra sino lo que se busca, y se busca lo que en cierto modo está escondido en lo más profundo y oscuro de nuestro corazón.


Ernesto Sabato, Sobre héroes y tumbas, Austral, Barcelona, 2003.

[Un ángel], Eduardo Fraile

sábado, 1 de febrero de 2020
Marc Chagall

... y de mi cuerpo a tu cuerpo
pasa un ángel...

Eduardo Fraile Valles, Con la posible excepción de mí mismo, Tansonville, Valladolid, 2001.

[Tan frágiles y transitorios], Olga Tokarczuk

miércoles, 29 de enero de 2020
Geoffrey Johnson

De pie, en la empinada plaza, se fue apoderando de mí un gran sentimiento de pertenencia a la comunidad que formaban aquellas personas. [...] ¡Éramos tan parecidos los unos a los otros! Tan frágiles y transitorios, tan expuestos a la destrucción. Andábamos confiados de un lado para otro bajo un cielo del que no nos cabía esperar nada bueno.

Olga Tokarczuk, Sobre los huesos de los muertos, Siruela, Madrid, 2019. Traducción de Abel Murcia.

[¿Para quién cantas tú...?], Danila Stoyánova

jueves, 23 de enero de 2020
Pájaro en una jaula, Frederick Carl Frieseke


¿Para quién cantas tú,
ave enjaulada?
¿Cómo notas la llegada del ocaso
en esta habitación oscura?
Sólo yo puedo oír lo que dices,
pero no tengo nadie
a quien contárselo.


Danila Stoyánova, Recuerdo de un sueño, Cántico, Córdoba, 2019. Traducción de Juan Antonio Bernier y Diliana Ivanova.

[Me fascinaba...], Ernesto Sabato

lunes, 20 de enero de 2020
Audrey Casalis


Me fascinaba como un abismo tenebroso, y si me desesperaba era precisamente porque la quería y la necesitaba. ¿Cómo ha de desesperarnos algo que nos resulta indiferente?


Ernesto Sabato, Sobre héroes y tumbas, Austral, Barcelona, 2003.


[Nuestra prisión], Olga Tokarczuk

sábado, 18 de enero de 2020
Graciela Vilagudín


No hay huida posible. No puedo ser más que ese que soy, lo cual es horroroso. Preferiríamos pensar que somos libres y que en todo momento podemos crearnos de nuevo a nosotros mismos. [...] En lo que a mí se refiere estoy convencida de que deberíamos conocer nuestra prisión profundamente.

Olga Tokarczuk, Sobre los huesos de los muertos, Siruela, Madrid, 2019. Traducción de Abel Murcia.

Siete puntos de apoyo en la cubierta del Titanic, Jorge Riechmann

lunes, 13 de enero de 2020
Hengki Koentjoro


SIETE PUNTOS DE APOYO EN LA CUBIERTA DEL TITANIC

1. Amar -en las varias dimensiones del amor, entre eros y cáritas.
2. Comunicar y compartir -somos simios supersociales.
3. Comprender -incluso frente a procesos que nos destruyen, no nos sentimos impotentes cuando los comprendemos.
4. Crear -puede ser la escritura, la danza, la música, las artes plásticas...
5. Contemplar -caminos de espiritualidad sin superstición.
6. Disfrutar -el problema del hedonismo no es el hedonismo, es el egoísmo.
7. Y no dejar de luchar -pues hay hybris en pensar que podemos prever el futuro.


Jorge Riechmann, Otro fin del mundo es posible, decían los compañeros. Sobre transiciones ecosociales, colapsos y la imposibilidad de lo necesario, MRA, Barcelona, 2020.

[Sin instrucciones de uso], Olga Tokarczuk

miércoles, 8 de enero de 2020
Francesca Woodman [serie Canto del cisne]

Habitamos el cuerpo, ese equipaje molesto; en realidad no sabemos nada de él y necesitamos emplear diferentes herramientas a fin de conocer sus procesos más sencillos. [...] La única herramienta que nos han regalado como premio de consolación, tosca y primitiva, es el dolor. Si existen los ángeles, se estarán partiendo de risa con nosotros: recibieron un cuerpo y no saben nada de él. Se los dieron sin instrucciones de uso.


Olga Tokarczuk, Sobre los huesos de los muertos, Siruela, Madrid, 2019. Traducción de Abel Murcia.

[Reflexionar es lento], Jorge Riechmann

domingo, 5 de enero de 2020
Repostar comida, Tetsuya Ishida

Poder vivir casi sin reloj y con poco calendario: apenas cabe imaginar mayor libertad en estos tiempos. [...] Leer (leer de verdad, leer comprendiendo) es lento. Reflexionar es lento. Deliberar es lento. En un mundo en aceleración constante, la racionalidad se vuelve estructuralmente imposible.

Jorge Riechmann, Grafitis para neandertales, Eolas, León, 2019.