Niños en el jardín, Pierre Bonnard
NIÑOS QUE JUEGAN
cada noche, la noche
vencida, exhausta bajo el peso de un ángel
de seda y de silencio
(han cesado
ya los espasmos últimos de la clarividencia)
cede
y se abandona, olvídase un instante
—un abismo sin fondo, un universo—
de sí
para que, como niños
que juegan
hoy podamos seguir inventando la vida
Eduardo Fraile Valles, Con la posible excepción de mí mismo, Tansonville, Valladolid, 2001.