Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
-¿Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
-Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad.
Ángel González, Nada grave, Visor, Madrid, 2008, página 41.
2 comentarios:
Es curioso como los colores son más reales cuando aparecen en los libros, ¿verdad?
Poco bueno, Ángel González, eh? Bueno Raquel, sólo quería decirte que cuando quieras bajar a tomar un café, sigue en pie la invitación, ok? Tienes mi teléfono. Un beso
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