LA TIZA Y EL RELÁMPAGO
Primero el aire; luego la profunda
cicatriz en la tierra, el subterráneo
bostezo de la nada, la madera
alrededor del aire. Mientras tanto
la tiza y el relámpago, destellos
de blanca incertidumbre
posándose fugaces
sobre el duro colchón de cada día.
Primero el aire; el mismo
aire después de todo.
Julio Rodríguez, Naranjas cada vez que te levantas, Visor, Madrid, 2008.
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