
BÚSQUEDA
un día vi cómo te pegabas a las sombras
con la frente, cómo no gritabas
y cómo aquello no te dolía tanto
como la eternidad
es terrible el anhelo, a menudo
una mujer nieva en penumbra
y también dijiste, un sentado beso es el dolor
y no espero en el pasillo a que me desangre
Kepa Murua, Cardiolemas, Calambur, Madrid, 2002, página 29.
Ilustración: Alfredo Fermín Cemillán (Mintxo), ibid., página 52.
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