Máscaras, Man Ray
Tendemos a olvidarnos de lo que "realmente" queríamos hacer y quiénes "realmente" queríamos ser. Estamos tan dominados por el deseo de reducir la lista de cosas por hacer y dedicarnos a las actividades de consumo y gratificación instantánea (como ir de compras o ver la televisión) que perdemos nuestro sentido de "lo auténtico", de aquello que en verdad queremos. [...] Al final tenemos la sensación de que somos alguien muy diferente, porque nunca encontramos tiempo para ser él o ella.
Hartmut Rosa, Alienación y aceleración. Hacia una teoría crítica de la temporalidad en la modernidad tardía, Katz, Madrid, 2016, p. 163.
2 comentarios:
Se nos " vende " que lo único que existe es el presente.
Besos.
Tal vez la felicidad y el placer son importantes también.
Una vida dedicada al sacrificio hiootecando un futuro incierto , la mayoría de las veces a cambio de nada no se si realmente tiene algún sentido.
Suena egoista esto que digo pero creo que es así.
El problema es que a veces sólamente consumir no llena y a veces uno es feliz haciendo felices a los demás.
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