Las maravillas de la naturaleza, René Magritte
Tenemos
estrías y colgaduras en la piel pero creemos aún en la bondad humana,
en la justicia o en el amor eterno. No hay camino de perfección, no hay
mejoramiento. En la madurez somos igual de necios y de crueles, tenemos
la misma impaciencia y los mismos vicios –a veces más–, pero hemos
perdido el resuello, el vigor y la belleza. El resto de las bellezas son
sucedáneas, inventadas para no morir. Y aun así morimos.
Luisgé Martín, El amor del revés, Anagrama, Barcelona, 2016, p. 206.
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