El espejo, Edward Steichen
[Somos] una maldita imperfección, sí, pero refutada por la invención maléfica del espejo liso, el que nos hace creer, por un instante, que podemos evitar lo inevitable: el dolor, el dolor de la existencia, el dolor del uno mismo, esa sensación aguda, pura, solitaria, y terriblemente bella de estar vivos. Y solos.
Pero uno no es uno, cualquier podría ser cualquiera, y nada es estrictamente nada.
Pero uno no es uno, cualquier podría ser cualquiera, y nada es estrictamente nada.
Carlos Skliar, Escribir, tan solos, Mármara, Madrid, 2017.
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