Duerme siempre en un carro de combate.
Su sueño es agitado, como todo
sueño en las cuadras. Duerme siempre armado
y le despiertan los caballos. Duerme
un corto sueño y otro corto sueño
y en sus sueños se adentra por los bosques
y por los rojos mares del combate.
Julio Martínez Mesanza, Soy en mayo [Antología 1982-2006], Renacimiento, Sevilla, 2007, p. 118.
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