El mito convierte a Eco en objeto de añoranza y deseo. La física convierte a Eco en el objeto de la distancia y la organización. En lo tocante a la emoción y la razón, ambas afirmaciones son precisas.
Y allí donde no hay Eco no existe descripción del espacio ni del amor.
No hay más que silencio.
Y allí donde no hay Eco no existe descripción del espacio ni del amor.
No hay más que silencio.
Mark Z. Danielewski, La casa de hojas, Alpha Decay / Pálido Fuego, Barcelona, 2013, p. 50.
0 comentarios:
Publicar un comentario