Rastro del caracol, Roberto Matta
LUCAS, SUS LARGAS MARCHAS
Todo el mundo sabe que la Tierra está separada de los otros astros por una cantidad variable de años luz. Lo que pocos saben (en realidad, solamente yo) es que Margarita está separada de mí por una cantidad considerable de años caracol.
Al principio pensé que se trataba de años tortuga, pero he tenido que abandonar esa unidad de medida demasiado halagadora. Por poco que camine una tortuga, yo hubiera terminado por llegar a Margarita, pero en cambio Osvaldo, mi caracol preferido, no me deja la menor esperanza. Vaya a saber cuándo se inició la marcha que lo fue distanciando imperceptiblemente de mi zapato izquierdo, luego que lo hube orientado con extrema precisión hacia el rumbo que lo llevara a Margarita. Repleto de lechuga fresca, cuidado y atendido amorosamente, su primer avance fue promisorio, y me dije esperanzadamente que antes de que el pino del patio sobrepasara la altura del tejado, los plateados cuernos de Osvaldo entrarían en el campo visual de Margarita pare llevarle mi mensaje simpático; entretanto, desde aquí podía ser feliz imaginando su alegría al verlo llegar, la agitación de sus trenzas y sus brazos.
Tal vez los años luz son todos iguales, pero no los años caracol, y Osvaldo ha cesado de merecer mi confianza. No es que se detenga, pues me ha sido posible verificar por su huella argentada que prosigue su marcha y que mantiene la buena dirección, aunque esto suponga para él subir y bajar incontables paredes o atravesar íntegramente una fábrica de fideos. Pero más me cuesta a mí comprobar esa meritoria exactitud, y dos veces he sido arrestado por guardianes enfurecidos a quienes he tenido que decir las peores mentiras puesto que la verdad me hubiera valido una lluvia de trompadas. Lo triste es que Margarita, sentada en su sillón de terciopelo tosa, me espera del otro lado de la ciudad. Si en vez de Osvaldo yo me hubiera servido de los años luz, ya tendríamos nietos; pero cuando se ama largo y dulcemente, cuando se quiere llegar al término de una paulatina esperanza, es lógico que se elijan los años caracol. Es tan difícil, después de todo, decidir cuáles son las ventajas y cuáles los inconvenientes de estas opciones.
Todo el mundo sabe que la Tierra está separada de los otros astros por una cantidad variable de años luz. Lo que pocos saben (en realidad, solamente yo) es que Margarita está separada de mí por una cantidad considerable de años caracol.
Al principio pensé que se trataba de años tortuga, pero he tenido que abandonar esa unidad de medida demasiado halagadora. Por poco que camine una tortuga, yo hubiera terminado por llegar a Margarita, pero en cambio Osvaldo, mi caracol preferido, no me deja la menor esperanza. Vaya a saber cuándo se inició la marcha que lo fue distanciando imperceptiblemente de mi zapato izquierdo, luego que lo hube orientado con extrema precisión hacia el rumbo que lo llevara a Margarita. Repleto de lechuga fresca, cuidado y atendido amorosamente, su primer avance fue promisorio, y me dije esperanzadamente que antes de que el pino del patio sobrepasara la altura del tejado, los plateados cuernos de Osvaldo entrarían en el campo visual de Margarita pare llevarle mi mensaje simpático; entretanto, desde aquí podía ser feliz imaginando su alegría al verlo llegar, la agitación de sus trenzas y sus brazos.
Tal vez los años luz son todos iguales, pero no los años caracol, y Osvaldo ha cesado de merecer mi confianza. No es que se detenga, pues me ha sido posible verificar por su huella argentada que prosigue su marcha y que mantiene la buena dirección, aunque esto suponga para él subir y bajar incontables paredes o atravesar íntegramente una fábrica de fideos. Pero más me cuesta a mí comprobar esa meritoria exactitud, y dos veces he sido arrestado por guardianes enfurecidos a quienes he tenido que decir las peores mentiras puesto que la verdad me hubiera valido una lluvia de trompadas. Lo triste es que Margarita, sentada en su sillón de terciopelo tosa, me espera del otro lado de la ciudad. Si en vez de Osvaldo yo me hubiera servido de los años luz, ya tendríamos nietos; pero cuando se ama largo y dulcemente, cuando se quiere llegar al término de una paulatina esperanza, es lógico que se elijan los años caracol. Es tan difícil, después de todo, decidir cuáles son las ventajas y cuáles los inconvenientes de estas opciones.
Julio Cortázar, Un tal Lucas, Punto de Lectura, Madrid, 2008, pp. 183-184.
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Congreso “Cinco Literatos Latinoamericanos en Centenario”
University of Ottawa, 4 de Octubre de 2014
Solicitud de Propuesta de Ponencias (Call for Papers)
En ocasión de conmemorarse a lo largo de 2014 el centenario del natalicio de los escritores latinoamericanos Julio Cortázar (1914-1984), Efraín Huerta (1914-1982), José Revueltas (1914-1976), Adolfo Bioy Casares (1914-1999) y Nicanor Parra (1914), el Comité de Estudiantes Graduados de la University of Ottawa, con la colaboración del Departamento de Español de la UO,
CONVOCAN
a la propuesta de ponencias para la participación en el Congreso “Cinco Literatos Latinoamericanos en Centenario”, que se llevará a cabo el sábado 4 de octubre de 2014 en las instalaciones de la University of Ottawa.
Los ejes temáticos se centran en, pero no se limitan a:
• La obra de cada literato como narrador, poeta, ensayista, crítico, intelectual.
• Análisis de la producción literaria de cualquiera de los cinco autores, bajo un libre enfoque teórico y metodológico.
• Presencia de estos autores latinoamericanos en los medios editoriales e internet.
• Visión de estos literatos por sus contemporáneos respectivos y por la crítica.
• Escritura miscelánea sobre la vida y obra, de cualquier género, de estos autores.
• Avances de investigación, work in progress, lecturas de obra comentadas y abordajes de la vida y obra de estos autores más allá del ámbito literario.
La fecha límite de recepción de propuestas (250 palabras en español, inglés o francés) es el 30 de mayo de 2014. Las propuestas e información del ponente deben enviarse por correo electrónico a:
5literatosen100@gmail.com
Facebook: https://www.facebook.com/literatosen.centenario
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