Las compañeras de habitación de mi madre se sucedían. Eran enfermas de cáncer que se enfrentaban a veces a su primer ingreso, y otras al enésimo: estaban un par de dias en observación y les daban luego el alta y la fecha de la cita para iniciar o proseguir con un tratamiento. Ninguna de ellas estaba recibiendo cuidados paliativos. T., informada por su amigo el enfermero, me dijo que nunca ponen juntas a dos pacientes que están recibiendo cuidados paliativos; sólo en el caso de que ambos pacientes sepan qué son los cuidados paliativos, es aconsejable colocarlos juntos en la misma habitación, así se hacen compañía útil: náufragos licenciados en geografía que saben que ni aun a miles de kilómetros de donde están hay isla donde puedan salvarse.
Juan Bonilla, "Cuidados paliativos", Una manada de ñus, Pre-Textos, Valencia, 2013, p. 49.
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