Caballo, Isao Tomoda
Que una palabra pueda perderse quiere decir: la lengua no es nosotros mismos. Que en nosotros la lengua sea adquirida quiere decir: podemos conocer su abandono. Que podamos estar expuestos a su abandono quiere decir que el todo del lenguaje puede refluir en la punta de la lengua. Quiere decir que podemos regresar al establo, a la jungla, a la preinfancia o a la muerte.
Pascal Quignard, El nombre en la punta de la lengua, Debate, Madrid, 1994.
0 comentarios:
Publicar un comentario