El cielo,
con la llegada del estío,
amaneció cubierto de sólidas nubes.
Tu luz
se perdió al otro lado,
y yo me perdí en la oscura
desesperación.
Eran nubes de verano
que dejaron lluvias sobre el campo,
y lágrimas en mi rostro.
con la llegada del estío,
amaneció cubierto de sólidas nubes.
Tu luz
se perdió al otro lado,
y yo me perdí en la oscura
desesperación.
Eran nubes de verano
que dejaron lluvias sobre el campo,
y lágrimas en mi rostro.
Finalmente, el verano se perdió
en el sumidero del tiempo,
y con él, las nubes de tu ausencia.
Ahora el sol,
aunque tímidamente,
se pasea a veces por el cielo.
No irradia calor,
es sólo un sol de invierno.
en el sumidero del tiempo,
y con él, las nubes de tu ausencia.
Ahora el sol,
aunque tímidamente,
se pasea a veces por el cielo.
No irradia calor,
es sólo un sol de invierno.
Pero eso es lo único
que cabe esperar
en estas gélidas solitarias latitudes.
que cabe esperar
en estas gélidas solitarias latitudes.
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