ASÍ SON LAS COSAS
Acostado en la azotea, el ciego se imagina las estrellas. Se las figura cálidas, afinadas en La y con sabor a mandarina. Sin embargo, si alguien pregunta, contesta que las ve blancas y brillantes. Son palabras que no entiende, pero las dice para no contrariar.
Hugo López Araiza Bravo, Infinitas cosas, Alfaguara, 2011, México D.F., p. 87.
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