Las lágrimas son más fáciles de soportar que la alegría. La alegría es destructiva: pone violentos a los demás. «Llora y llorarás solo...», ¡qué mentira es eso! Llora y encontrarás un millón de cocodrilos para llorar contigo. El mundo no deja nunca de llorar. El mundo está empapado en lágrimas. La risa es harina de otro costal. La risa es momentánea... pasa. Pero la alegría es como una hemorragia extática, una satisfacción excesiva y vergonzosa que se derrama por cada poro de tu ser. No puedes alegrar a la gente simplemente estando tú alegre. Tiene que ser uno mismo quien engendre la alegría: es o no es. La alegría se basa en algo demasiado profundo para ser entendido y comunicado. Estar alegre es ser un loco en un mundo de fantasmas tristes.
[La alegría], Henry Miller
viernes, 13 de marzo de 2015
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