El mar al anochecer, Emil Nolde
CUSTODIADO POR LA VIGILIA
Pasada la marchitez del agua sobre este furor saciado del perenne cauce,
devendrá el dominio de mi voz para sucumbir la brevedad del cristal custodiado.
Como altar sin nombre,
la ausencia pasará por forma de retorno.
Cavar
no será nuestra respuesta
sin la premonición del tacto al fuego.
Pablo Flores Chavez, Cesado el nombre, El Ángel Editor, Quito, 2013, p. 70.
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