Desnudo y flor, Katsuji Fukuda
Rompo los apuntes que no quisiera dejar y, entre ellos, a veces encuentro papeles que dejó alguna persona que ya no existe, donde hizo quizás ejercicios de caligrafía o pintó, por distraerse, dibujos. Entonces, reviven en mi corazón los sentimientos de hace muchos años. Cuando se trata de alguna carta escrita por alguna persona que todavía vive, pienso en el tiempo transcurrido desde que la escribió, en el día u ocasión en que la recibí, en el año en que debió de ser, etc., y me invade la emoción.
Y al detener la vista en objetos usados por personas que ya no existen y ver que ellos siguen existiendo impasibles, siento, en verdad, mucha tristeza.
Y al detener la vista en objetos usados por personas que ya no existen y ver que ellos siguen existiendo impasibles, siento, en verdad, mucha tristeza.
Kenko Yoshida, Ocurrencias de un ocioso, Hiperión, Madrid, 2010, pp. 45-46.
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