Dos seres humanos. Los solitarios, Edvard Munch
Todos
los poemas auténticos contribuyen al trabajo de la poesía. Y el
objetivo de este trabajo incesante es unir lo que la vida ha separado o
lo que la violencia ha desgarrado. Generalmente el dolor físico sólo se
puede aliviar o detener mediante la acción. Todos los demás dolores
humanos, sin embargo, se deben a una forma u otra de separación. Y aquí
el alivio es menos directo. La poesía no puede reparar ninguna pérdida,
pero desafía al espacio que separa. Y lo hace con su trabajo continuo de
reunir todo lo que ha quedado desperdigado.
John Berger, Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos, Nórdica, Madrid, 2017.
0 comentarios:
Publicar un comentario