Las cosas no eran tan negras como algunos las pintaban. Había un bello niño vestido de negro y jugaba con dos manzanas negras. O era una chica vestida de chico o un chico vestido de chica. Fuera lo que fuera, tenía unos pequeños dientes blancos. El paisaje al que daba su ventana había sido oscurecido con un brochazo de pintura pesado y tosco. Todo era muy teleológico, salvo cuando el niño sacó su lengua roja.
Charles Simic, El mundo no se acaba y otros poemas, DVD, Barcelona, 1999, página 59.
Charles Simic, El mundo no se acaba y otros poemas, DVD, Barcelona, 1999, página 59.
1 comentarios:
"la nube
(...)
protoanimal movido
en permanente búsqueda
de contorno de forma de geometría
de lugar
(...)"
Kapuscinski
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