Elogio de la apertura, Raúl Rivero

jueves, 29 de abril de 2010
ELOGIO DE LA APERTURA

Cerrar una puerta no es un acto inocente.

Hay mucha maldad en esa coreografía
Que termina cuando uno da la espalda
A un universo desconocido que niega y abandona.

Cerrar las puertas es siempre un episodio bárbaro.

Es una porfiada necedad
Y un certificado de pavor
Que usamos para dormir en paz.

Cerrar puertas es una profesión
Una especialidad
Un crimen que cometemos todos los días
En nombre del temor.

El pecado es mayor si se ponen cerrojos
Sillas, argollas, barras, seguros y cadenas
Porque ya no habrá brisas, gatos, niños, fantasmas
Que resguarden la soledad.

Ante la tentación del gesto teatral de dar un portazo
Recuerda que los peligros están adentro.
Los tumores, el ladrón, el asesino, la pasión
La locura y la muerte.

Deja esa puerta así.


Raúl Rivero, Recuerdos olvidados, Hiperión, Madrid, 2003, página 36.

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