El futuro es un enigma, pero ¿para qué están los augurios? Los antiguos vaticinaban por el vuelo de las aves y de este modo llegaban a saber lo que les esperaba. Incluso yo mismo puedo vaticinar mi futuro.
Fui al parque, donde pájaros no faltan. Algunos volaban, otros estaban posados en los árboles, otros merodeaban por el césped. A mi me interesaban sólo los voladores.
Alcé la cabeza y empecé a observarlos. No llevaba esperando mucho cuando sentí en la calva un ¡plaf! y mi futuro se me hizo simbólicamente claro.
He averiguado una sola cosa acerca del futuro: no vaticinar nunca por el vuelo de las aves sin un buen sombrero.
Sławomir Mrożek, La mosca, Acantilado, Barcelona, 2005, página 86.
Fui al parque, donde pájaros no faltan. Algunos volaban, otros estaban posados en los árboles, otros merodeaban por el césped. A mi me interesaban sólo los voladores.
Alcé la cabeza y empecé a observarlos. No llevaba esperando mucho cuando sentí en la calva un ¡plaf! y mi futuro se me hizo simbólicamente claro.
He averiguado una sola cosa acerca del futuro: no vaticinar nunca por el vuelo de las aves sin un buen sombrero.
Sławomir Mrożek, La mosca, Acantilado, Barcelona, 2005, página 86.
2 comentarios:
"Los ayuntamientos saldaban su deuda con los caídos [en la Iª Guerra mundial]de forma bien visible y duradera, con monumentos rodeados de tilos y gravilla, ante los cuales, cada 11 de noviembre, una ardorosa fanfarria tocaría los aires marciales de la victoria y los patéticos del dolor, mientras que de noche los perros callejeros se meaban por todas partes y las palomas añadían sus inmundas condecoraciones a las concedidas por los hombres."
Philippe Claudel; "Almas Grises". Narrativa Salamandra. Pg. 90.
Si es que no hay que subestimar el poder de los pájaros; si no, que se lo pregunten a los personajes de la película de Hitchcock.
Publicar un comentario