PREFIGURACIÓN DE LA NOSTALGIA
Aferrada a la piel oscura que ya se escapa, la muchacha pálida rasga la postal del lugar donde se conocieron y le extiende la mitad al muchacho de ojos húmedos en la despedida.
—Tómala y búscame cuando tengamos cincuenta años y ya no tenga sentido el habernos buscado tanto.
Aferrada a la piel oscura que ya se escapa, la muchacha pálida rasga la postal del lugar donde se conocieron y le extiende la mitad al muchacho de ojos húmedos en la despedida.
—Tómala y búscame cuando tengamos cincuenta años y ya no tenga sentido el habernos buscado tanto.
Pía Barros, Llamadas perdidas, Thule, Barcelona, 2006, página 88.
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