Kansuke Yamamoto
Somos iguales a todo, iguales a nada. Distintos y semejantes entre nosotros y entre todos. Disímiles bajo la desnudez del sol y equivalentes en la debilidad de los ensueños. Diversos a la hora de mirarnos, diferentes en el segundo en que una despedida muestra sus garras, únicos para espantar a las bestias que acechan y para desplegar las alas que nos sostienen. Somos la expresión de lo mínimo, del gesto más pequeño, de lo incómodo, lo evidente y lo inconcluso. Tenemos el mismo abismo, la misma muerte, la misma soledad impar.
Carlos Skliar, Hablar con desconocidos, Candaya, Barcelona, 2014, p. 11.
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