El Roto
EL PARADO CON HIJOS
Le dijeron: «Solo te ofrecemos trabajo si te cortamos la mano».
Llevaba mucho tiempo en el paro, tenía hijos, aceptó.
Más tarde, lo despidieron y volvió a buscar trabajo.
Le dijeron: «Solo te ofrecemos trabajo si te cortamos la mano que te queda».
Llevaba mucho tiempo en el paro, tenía hijos, aceptó.
Más tarde, lo despidieron y volvió a buscar trabajo.
Le dijeron: «Solo te ofrecemos trabajo si te cortamos la cabeza».
Llevaba mucho tiempo en el paro, tenía hijos, aceptó.
Le dijeron: «Solo te ofrecemos trabajo si te cortamos la mano».
Llevaba mucho tiempo en el paro, tenía hijos, aceptó.
Más tarde, lo despidieron y volvió a buscar trabajo.
Le dijeron: «Solo te ofrecemos trabajo si te cortamos la mano que te queda».
Llevaba mucho tiempo en el paro, tenía hijos, aceptó.
Más tarde, lo despidieron y volvió a buscar trabajo.
Le dijeron: «Solo te ofrecemos trabajo si te cortamos la cabeza».
Llevaba mucho tiempo en el paro, tenía hijos, aceptó.
Gonçalo M. Tavares, El señor Valéry, Mondadori, Barcelona, 2006, p. 12.
1 comentarios:
He ahí la realidad. Por los hijos... la vida si fuese necesaria.
Besos.
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