Puentes a ninguna parte, Jacinto Lara
y... eso, que el día quince de agosto, mi hermana abandonó el río, abandonó labarca en una ambulancia, la llevaron a tumbos por aquella carretera sin asfaltar, y pocos minutos después, o muchos minutos después, ingresó cadáver en el hospital. supongo que es lo más habitual, que todos ingresemos cadáver alguna vez
Celso Castro, entre culebras y extraños, Destino, Barcelona, 2015, p. 143.
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