El árbol filosófico, Hokkaido, Kent Shiraishi
Constatar lo obvio.— Vivimos tiempos en los que cada vez se hace más necesario repetir cosas que deberían darse por sentado. Las verdades más elementales no sólo no han quedado vistas para sentencia para siempre, como cabría esperar después de dos mil años de historia, sino que de manera constante son puestas en cuestión por una creciente turbamulta, generalmente mediática, de nuevos subnormales surgidos de un nefasto proceso de globalización de la idiotez. Frases como «Ni que decir tiene» o «Huelga decir» van adquiriendo una carga irónica de tintes auténticamente tragicómicos. Porque lo cierto es que cuando se habla para retrasados mentales, no hay nada que huelgue decir. Nunca como hoy había resultado tan oportuno afirmar que la tarea del escritor consiste en constatar lo obvio.
Roger Wolfe, Escrito con la lengua, Huacanamo, Barcelona, 2012, p. 224.
1 comentarios:
Ardua tarea, besos.
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