Réquiem III, Aida Pascual
Acuérdese, mon capitaine, es una lección brutal, eterna y brutal, el mundo es viejo, es tan viejo, mon capitaine, y los hombres tienen tan poca memoria. Lo que se ha representado en su vida ha sido ya representado en escenarios similares, un número incalculable de veces, y el milenio que se avecina no propondrá nada nuevo. No es ningún secreto. Tenemos tan poca memoria. Desaparecemos como generaciones de hormigas y todo ha de empezar de nuevo. El mundo es un pedagogo mediocre, mon capitaine, no sabe más que repetir indefinidamente las mismas cosas y somos escolares renuentes, mientras la lección no se haya inscrito dolorosamente en nuestra carne, no escuchamos, miramos para otro lado y nos indignamos ruidosamente en cuanto se nos llama al orden.
Jerôme Ferrari, Donde dejé mi alma, Demipage, Madrid, 2013, p. 26.
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