«Uno lee como ama, uno entra en la lectura como se enamora: por
esperanza, por impaciencia. Bajo el efecto de un deseo, bajo el
invencible error de ese deseo: conciliar el sueño en un único cuerpo,
tocar el silencio con una sola frase.»
Christian Bobin, Un simple vestido de fiesta, Árdora, Madrid, 2011, p. 90.
0 comentarios:
Publicar un comentario