Anillos, Miguel Florián

sábado, 20 de febrero de 2010
ANILLOS

La fiebre de los astros, la sed de los insectos,
las líneas de los cuerpos (de la mujer, del hombre),
el clamor de la nieve en el almendro, la tristeza
del viento, el envés metálico de los álamos,
y el llanto de la leña que se abre vencida
por la llama, la luz pura, inicial, de la tormenta
(el grito oscuro y roto de la urraca), la mano
que cumple la quietud de la piedra (el liquen
áspero, azul, verdoso, cárdeno...), la lentitud
del mundo, el vaho en el cristal, los tibios
barcos en la avidez primera de los labios,
y los genios petrificados de la infancia
que aún perduran bajo la pátina del tiempo.

El horizonte inerte, abierto, de la sangre,
la viscosa simetría del barro,
y la pupila atónita al fondo del espejo.



Miguel Florián, Habitación 328 y otros poemas, Visor, Madrid, 2001, página 61.

2 comentarios:

Dani GV dijo...

Bonita, gracias!

Anónimo dijo...

Bueno, más bien gracias a ti por tus comentarios!