CENICIENTA
Lejos estaba de imaginar que aquel beso perdido en mitad de la noche sería la sentencia al deseo perpetuo de volverlo a encontrar.
El problema era que los labios que iba probando no eran de su talla.
Tendría que seguir buscando.
Lejos estaba de imaginar que aquel beso perdido en mitad de la noche sería la sentencia al deseo perpetuo de volverlo a encontrar.
El problema era que los labios que iba probando no eran de su talla.
Tendría que seguir buscando.
Alejandra Díaz-Ortiz, Cuentos chinos, Trama, Madrid, 2009, página 75.
2 comentarios:
Encantada de estar, por dos veces, en esta casita... Muchas gracias ;)
Gracias a ti por prescindir del felpudo para dejar huella de tu paso. Aprovecho para felicitarte por el libro; aparte de los dos publicados, microrrelatos como "Karma", "Amor al primer verso" o "Por amor" me ha parecido muy buenos.
En este blog puedes sentirte en tu casa. Saludos.
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