En el circo, Marc Chagall
NOS PASA A TODOS
Si la contorsionista tiene artrosis y el trapecista sufre de vértigo, si a la ecuyere se le rompió el menisco por desgaste y el mago perdió los reflejos, si el malabarista tiene presbicia y una tendinitis supraespinal le impida al domador hacer restallar el látigo, qué importa, la vejez no existe. Se tiene la edad de los sueños, la edad de los deseos, la edad de la más joven de tus amantes, la edad de tu corazón. Y siempre habrá algún lugar para nosotros en el circo: solo se trata de maquillarnos un poco más cuando los años nos conviertan a todos en payasos.
Ana María Shua, Fenómenos de circo, Páginas de Espuma, Madrid, 2011, p. 72.
1 comentarios:
Qué buena Ana María Shua. Estupendo.
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