Paraíso, Marc Chagall
INVENCIÓN DEL CARNAVAL
En aquel primer Carnaval del mundo, cuando aún no existían más seres humanos que los que componían la primera pareja, Adán sintió ganas de disfrazarse para dar broma a Eva, y tomando un pámpano, le abrió los dos agujeros de los ojos y lo convirtió en careta. Después envolvió su cuerpo en grandes hojas de tabaco y de esa guisa se dirigió a Eva.
Eva, un poco sorprendida ante aquella voz de falsete que le preguntaba con insistencia: "¿Quién soy?, ¿quién soy?", respondió:
—¡Pedro!
Ramón Gómez de la Serna
Irene Andres-Suárez, Antología del microrrelato español (1906-2011). El cuarto género narrativo, Cátedra, Madrid, 2013, p. 127.
1 comentarios:
Jejeje, no está mal ese primer carnaval. Ocurrente el tal Adán.
Saludos.
Publicar un comentario