UN SUEÑO
Me he dormido contra ti, rozando tus piernas y tu flanco. Sin transición sueño lo mismo, que estoy contra ti y siento tu cuerpo contra el mío. Te acaricio, primero suavemente y después, deseándote, las caricias se vuelven íntimas y penetrantes. Me rechazas con una queja. Sueño que me despierto y que me doy cuenta de que lo que hacía lo hacía soñando. Te digo: «Perdóname, estaba soñando que te acariciaba, y te toqué sin querer». Y sólo entonces me despierto de veras.
Julio Cortázar
Aurora Bernárdez (ed.), Cortázar de la A a la Z, Alfaguara, Madrid, 2013, p. 266.
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