El refugiado, Felix Nussbaum
Cuando termine la guerra tendré un hijo para olvidarlo todo y comenzar de nuevo. Un hijo que no haya conocido nada de esto. No le pondré nombre y procuraré que viva aislado para que no haya nadie que le haga ver que no hay esperanza.
Jesús Zomeño, "Una trinchera desdibujada", Piedras negras, Lengua de Trapo, Madrid, 2013, p. 49.
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