Me pregunto si la desesperación
es igual para todos.
Si Hegel, cuando se sintió morir
se sintió realmente morir
o intuyó una síntesis implacable
más allá de su cuerpo.
De todas formas, se hace difícil
no vivir en el miedo;
conozco gente que desea ser amada
y gasta su tiempo en los flippers.

Fabián Casas, Horla City y otros (Toda la poesía 1990-2010), Emecé, Buenos Aires, 2010, p. 49.
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