MANIOBRAS PARA ESQUIVAR LA MUERTE
Busco las palabras,
sin la paciencia del relojero que,
lentamente,
abre el cajón y pasea sus dedos
por entre los volantes, piñones y trinquetes,
en busca del diminuto eje de la cuerda;
desde el otro lado del horizonte escarchado
por los cirros,
busco las palabras
y no hallo cómo expresar
la angustia de mis ojos anclados en el retrovisor,
preguntándose,
tan cerca de él y cada vez más lejos
de la tan poco misteriosa figura de la mujer
al final de la recta,
si ella desviará sus pasos,
si cruzará la calzada esquivando
el cadáver aplastado del perro en el arcén.
Con el quejido de la esfera y el parabrisas,
se convierten en añicos,
así ha de ser siempre,
todos los enigmas.
Manuel Villena
0 comentarios:
Publicar un comentario