Planchar es ordenar la Historia.
Las toallas,
blancas y azules,
al lado de Napoleón.
La aspereza de los trapos de cocina
con las centurias romanas.
Ese jersey de caballero
me gusta para Saladino.
Ciertas camisas
de vuelta a la lavadora.
No hay quien les quite las manchas.
Almudena Guzmán, Zonas comunes, Visor, Madrid, 2011, p. 20.
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2 comentarios:
Bueno.... hay algunos diccionarios biograficos que han conseguido "limpiar" manchas que parecían indelebles ( como dictador de la camisa de Franco)
Contra esas prácticas un tanto orwellianas, habrá que confiar en que algunas manchas nunca se borren del todo en las telas de la memoria.
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