Ha pasado algún tiempo. El tiempo pasa y no deja nada. Lleva, arrastra muchas cosas consigo. El vacío, deja el vacío. Dejarse vaciar por el tiempo como se dejan vaciar los pequeños crustáceos y moluscos por el mar. El tiempo es como el mar. Nos va gastando hasta que somos transparentes. Nos da la transparencia para que el mundo pueda verse a través de nosotros o pueda oírse como oímos el sempiterno rumor del mar en la concavidad de una caracola. El mar, el tiempo, alrededores de lo que no podemos medir y nos contiene.
José Ángel Valente, Fragmentos de un libro futuro, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2000, p. 34.
(Desde el otro costado)
José Ángel Valente, Fragmentos de un libro futuro, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2000, p. 34.
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